¿Usted ve porno? ¿Usted eyacula con la pornografía?
Parece que sólo hay dos formas de afrontar este fenómeno:
- Criminalizarlo: adicción, yonqui (pornoyonqui), la nueva forma del pecado (en los tiempos de "chiquito de la calzada" ya no se puede controlar el cuerpo bajo el estigma "pecador", así que se sustituye por la adicción, medicalizando pero igualmente regulando ante un mal uso, una mala gestión del goce). También tenemos al porno como máquina de ejercer violaciones, o la violación en la teoría, etc.
- Disfrutarlo: enjoy it! La vieja domesticación del deseo y el cuerpo del capitalismo industrial nos limita, así que el porno es una oportunidad para experimentar fantástica. Nunca está mal darle un gusto al cuerpo. Además, el porno permite la apertura de grietas feministas y, en cualquier caso, ¡maldita sea, me pone!
Ambos puntos de vista pueden ser muy beligerantes el uno con el otro, y más en las redes sociales, pero comparten lo fundamental: ignorar y/o invisibilizar los mecanismos de distribución del producto porno, y la posibilidad de convertirnos a los espectadores en ídem, esto es, en producto mismo, precisamente el objeto de "@Alicia_Hot: poemas en tiempos de follar, pantallas y avatar". Y este año, el Salón Erótico de Barcelona nos sirve de excusa perfecta para explicar todo esto.
Nuestra querida Amarna Miller, la conocida prologuista de @Alicia_Hot que utiliza la fama alcanzada a través del mencionado libro de poemas para abrirse un hueco en el cine porno, protagoniza el anuncio publicitario de este año del Salón Erótico de Barcelona. En el mismo, tenemos un retrato de la hipocresía. Y eso me encanta.
Me encanta toda denuncia desde la hipocresía porque muestra que se ha superado una determinada moral. Es decir, cuando me acusan de hipócrita por tal o cual cuestión es porque han hecho ciscos las bases morales en las que me asiento encontrando sus contradicciones, y eso es posible porque quien me acusa la ha superado. Así es: Este es un país de hipócritas. La Jesucristo del porno español, nuestra Amarna, lanza su sermón desde la mesa de una última cena llena de las contradicciones de la diagnosticada doble moral patria, y avisa: "Pero algunos, no nos rendimos".
Bien, la vieja España, el viejo capitalismo clerical, taurino, furgolero, putero por un lado y abolicionista por el otro, aún gobierna pese a que una vanguardia de avanzades progresistes no le aguantamos el hedor tardofranquista. Y yo me pregunto, ¿podemos llevar esto un poquito más lejos y afeitarnos las barbas al ver las cejas del vecino depilar?
Permítanme un breve, pero sentido circunloquio. La UGT (¿aún existe eso?) ha denunciado al Salón Erótico de Barcelona, y en concreto a la red de prostíbulos Apricots que lo patrocina, por la utilización de voluntariado encubriendo relaciones laborales. Es decir, que a cambio de tener el privilegio de moverte en esta feria del placer, hagas "trabajillos". Nada específico del porno, ni del sexo: economía 2.0: cuando el producto es gratis, es porque el producto eres tú: es tu deseo el que se ha puesto a circular (como este mismo blog, que a la vez de dar esta información, promociona un libro que puedes comprar con total y absoluta libertad en este ENLACE). Ese es el motor de las redes sociales, y, sin duda, esto ocupa un papel fundamental en la forma en que se distribuye y consume el porno: a través de materiales supuestamente gratuitos.
¿Podemos hoy hablar de porno sin hablar de las condiciones de explotación del goce, de mutar en plusvalía nuestros doble clics?
Cuando queremos mirar al mundo del porno, volvemos al viejo debate (conservadurismo vs liberalismo). Y, sí, es maravilloso tachar de hipócritas a la vieja y casposa España, pero, cuidado con la nueva España. Soltemos amarras del viejo capitalismo disciplinario fordista, que nos ataba, y militarizaba nuestra sexualidad. Pero, cuidado, en ese camino quizás sólo estamos sofisticando dichas amarras para entrar en el capitalismo emocional y cognitivo.
"@Alicia_Hot: poemas en tiempos de follar, pantallas y avatar" dedica toda su esfuerzo a simbolizar y cuestionar ese nuevo capitalismo. Y no podía ser otra que la propia Amarna la que pusiera la puntilla con una frase crucial y de fina ironía en su prólogo al poemario: "...el sexo es un truco, y su excitación es la forma que alguien tiene de poder comer caliente todos los días, pero en el fondo ¿qué más da? Es mejor no prestar atención a los detalles."
Así que apuntaré en mi Google Tareas: No olvidarme de los detalles. No olvidarme que avatar Amarna siempre tiene la valentía de darnos también las otras respuestas. Darme de alta en Hacienda como eyaculador por cuenta ajena, impreso 037.
Te estaría muy agradecido si vuelcas tus comentarios, críticas, insultos, dudas, aportaciones, etc., en este blog. Recuerda que eso hará que el blog sea más visible y quizás así se vendan más libros. Incluso puede que, por error, daño colateral, por fallo en Matrix, en el útero del negocio, o donde sea, hasta terminemos dialogando. Al fin y al cabo, hay alguien al otro lado.
4 comentarios:
El relato es el contrato. Y, sin embargo, el contrato no sólo es un relato. Es también un quiste simbólico, un aborto del sentido, es decir: negocio. Lo curioso es que sea el negocio lo que disemine el plus-de-goce. Por eso, entre otras cosas, no hay poesía sin policía y no hay nación sin narración. Y por eso, también, la plusvalía se hace cada vez más ubiestética... vuelve estéticos todos sus flujos en todas partes.
Por supuesto que la mierda, el semen, la sangre, la respiración misma son flujos, pero lo verdaderamente invivible, mortífero, es que hasta las mareas tengan que depender del flujo de capitales.
De modo que el problema no es lo gratis sino, como tú mismo dices, el "a cuenta" (y, ya que estamos, el "a cuento") de quién.
En ese sentido yo me declararía, antes bien, eyaculador de conciencia. Y, a fortiori, eyaculador de enajenación.
A. Arozamena
Y, sí, eyaculador "a" conciencia, también podría considerarse como un buen plagio por anticipación.
Al margen de las dos opciones que das (criminalizar / disfrutar) yo me alineo entre ambas, en decir, CON ambas. Contradicción / incoherencia muy cañí y también propia de las dos españas tan esquizoides como nuestra moralidad.
El centro de discusión en el caso del anuncio del salón erótico es, como tú bien auntas, la hipocresia combatida desde la hipocresía. Apuesto a que aquellos que no se rinden según el guión aceptan encantados las transferencias de los protagonistas de su vídeo: sea cura pedrastra, violador, etc. reduciendo su denuncia a un mero, simple anuncio, marketing puro y duro en cuyo mensaje puedes coincidir sin acabar yendo al salón de marras.
El detalle de la UGT denunciando el voluntariado es tan... ridículo. Ridículo en el ámbito social en el que nos movemos donde la dignidad laboral se ha ido al garete casi tanto como la humana.
Compañero Carso, así es. Y la poesía, como bien sabes, es una buena manera de escapar de las opciones cerradas.
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