@Alicia_Hot 2.0

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sábado, 9 de enero de 2016

Fin del relato, comienzo de la historia.

"Elina" foto de Cristina Núñez.
Evidenciar el mecanismo de explotación de los cuerpos y los deseos llamado pornografía, su relación con la economía 2.0, y aportar una metáfora a esta libertad del decir / cárcel del hacer, a este follar everywhere, pero abrazar la nada... @Alicia_Hot tiene título, tiene subtítulo, y una buena carcasa de poemas que escoltan la idea. Uno de los centrales, es este que, definitivamente, aguantó las purgas stalinistas del autor, y sobrevivió para quedar en el libro final:

Porno yonqui divisa cuerpos oye orgasmos
en una COPIA DE LA COPIA DE LA COPIA,
burócrata pajillero de la era .com que sería un muerto
si la circulación internacional de capital financiero[1]
no le necesitara ahí, al pie del cañón,
eyaculando plusvalía sobre un teclado inalámbrico, manteniendo
viva
la promesa de un
#buenasnoches, amor.



[1] el 30% del tráfico web / el negocio es que circule / la información / los paquetes de bits / traducidos son mordiscos / lo que soporte la red / lo que soporte tu retina / lo que aguante / lo que te aguante dura / lo que te dura / la dopamina.


También tenemos la conciencia. Pornoyonqui no es un idiota, alguien que no sabe lo que hace. Eso es importante, En un mundo en el que tanta información tenemos, ¿cómo seguir creyendo en la vieja tópica de "lo hacen, pero no lo saben"? Es más bien al contrario: lo sabemos, y aún así, no imaginamos que exista otro hacer.

Y, además, tenemos el relato. Alicia y Pornoyonqui forman una relación que evoluciona, se encuentran, se saben. Se han encontrado en ese punto común que fue expropiado, pero sigue sin ser suyo. La pantalla es el símbolo de lo que les separa. La frontera que marca cómo todo es posible, todo puede ser mostrado y expuesto. Todo se puede, menos las consecuencias.


LA NATURALEZA DEL DISPOSITIVO
(y más que nada).

¿A quién le interesa ya
distinguir la ficción, desmontar la apariencia
más que a los románticos y a los poetas?
Bah… Cuánto se equivocan.
Sólo ellos pueden fingir.
Vivimos ya el fin de las máscaras, de las apariencias.
Avatar enterró a Gorgias.
Todo ha sido expuesto. Todo.
El cuerpo.

Y en la repetición del reflejo
en el borde de la diferencia,
enfoco a @Pantera.
Mi cam la graba en la pantalla
para que vea
cómo mi mano acaricia la imagen
de la imagen de su cara.
Donde vibra la apariencia, resbala
el avatar, donde mis manos
generan las hondas
del efecto agua          de la pantalla.
Donde el rastro de mis dedos
dibuja tu forma
ahora
con un tacto
que se desea ser más que nada.





Caricia en la carencia.
Lanzo
mi palo de ciego,
mi órdago contra la impotencia.

Ni lo esperas.
Ni es
veneno.



Están justo donde yo quería. Está acabado. No hay más. Impotencia, imposible más. Su relación, por sí misma, está agotada.

Y, si es así, no hay esperanza. Es el fin del relato, y el fin de la historia. Fukuyama ha ganado. Sin otro elemento, una relación liberal, como esta, marcada por lo imposible del bien común, al fin y al cabo Pornoyonqui y Alicia no pueden importarse más que en esa carencia, en esa desposesión. No hay entre ellos, nada común, a conquistar.

Si, por ejemplo, se enamoraran, sería ratificar esta impotencia por completo. El amor es ese elemento externo. Ha tenido que venir el amor, el deseo de ser pareja, a rescatarlos. Los ha llevado a otro lugar. Se encuentran en una habitación, en un Hotel, y se aterrizan el uno en el otro. Final feliz, sí, que parecería interesante y esperanzador pero, si lo leemos literalmente, estaría diciendo lo contrario: por sí misma, esta relación no lleva a nada. Sólo para los elegidos, los que sean rescatados mágicamente por otra instancia, podrán conquistar otro lugar. Podrán tener algo común. ¿No es al fin y al cabo ese el ideal de Meetic? En este mundo de máxima competitividad, puedes encontrar, mágicamente, alguien que te saque de él.

Luego hay que elegir entre dos opciones:

- Un diagnóstico que lleva a la impotencia, a evidenciar que el afecto, el sexo, ha sido privatizado y que nuestras pulsiones son mercantilizadas, pero que nada se puede dentro de esa lógica.

 Stanley Forman
- Un diagnóstico con salida, falsa, porque será apostillada a continuación. Esa vía de escape que les hace salir de esa lógica mágicamente. Proporcionar un relato, sí, en el que hay esperanza si dejas de ser lo que eres. Es decir, una trampa.

Es el momento del stand by. Si sólo esas dos son mis opciones, @Alicia_Hot nunca verá la luz. Si sólo eso es lo que tengo, si sólo ese es el fruto de mi trabajo, por interesante que sea introducir en el mundo de la poesía cómo funciona la trata posmoderna, no compensa pues sólo es un bonito letrero para cazar bienintencionadas formas de habitar el mundo.

O @Alicia_Hot se quedará en un archivo de mi portátil a pedales, o bien encontraré algo. Sí, "encontrar". Porque si ese "algo" a añadir, ese fin del relato, ese comienzo de la historia es posible, será añadiendo un final, será que no está todo dicho, será que hay algo más una vez diagnosticada la carencia. Si existe, lo encontraré. Si puedo pensarlo o imaginarlo, o intuirlo, es porque alguien ya lo está viviendo.

1 comentario:

arozamena dijo...

A ver si aquí nos entendemos mejor. El escrito es muy bueno. Me interesa el veneno. Y, relacionándolo con lo anterior, me pregunto si podrá ser remedio al mismo tiempo. Es decir: fármaco o phármakon.